La mayoría de mininos actúan instintivamente ante el uso del arenero para gatos o lo aprenden de sus madres, pero si tu amigo no se encuentra en esta situación, aquí vas a poder aprender los mejores trucos para hacer fácil su uso.
INTRODUCIR EL ARENERO A TU GATO
El primer paso para que tu mascota se haga familiar con la arena para gatos es mostrarle una caja amplia, limpia, y con arena suficiente como para que pueda hacer sus necesidades sin problemas. Además, hay que tener en cuenta que la bandeja debe tener unos bordes bajos, ya que todavía está aprendiendo a usarla.
Los mininos son limpios y reservados por naturaleza, así que es mejor dejar el arenero para gatos lejos de su zona de comida y de dormir. Es muy importante la posición en la que colocamos la caja. Nuestra mascota puede negarse a usar este elemento si está orientado de forma que en vez de ver la habitación, sólo tenga una visión de la pared. Cambia la posición del arenero y obtendrás mejores resultados.
Si le cuesta confiar en el objeto y no se atreve a entrar, prueba a jugar tú con la arena o enséñale a enterrar cosas en ella. De esta forma se despertará la curiosidad del animal y poco a poco se acercará a ver qué es eso con lo que otros interactuan.
HÁBITOS CON LA CAJA
Si nuestro amigo ya le ha perdido el miedo a la arena para gatos, lo más importante es premiarle cada vez que la utiliza. Podemos utilizar palabras positivas, un trozo de comida, una caricia o un juguete. La idea es hacer que nuestra mascota sepa que esa es una acción positiva para ella y que es correcto usar el arenero para gatos.
Por nuestra parte, siempre debemos mantenerle la caja limpia, ya que sino no se verá atraído a usarla. Un error para «primerizos» en tener gatos es comprar una arena demasiado perfumada para evitar los olores. Si nos encontramos en esta situación, lo único que conseguiremos es alejar aún más al felino de su caja, ya que le provocará rechazo.
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