De la limpieza del acuario depende, en buena medida, la salud y el bienestar de nuestros peces. Si no se realiza periódicamente, el agua se volverá verdosa y turbia y proliferarán las algas, empeorando su calidad y, por consiguiente, las condiciones de vida de tus peces, que podrían incluso llegar a morir por esta cuestión. En este artículo te explicamos cómo limpiar un acuario prestando especial atención a cuatro zonas o elementos clave: el agua, el fondo, las paredes y la decoración. Te recordamos que todo el material que necesites para ello lo encontrarás en la sección Limpieza de acuarios de Animalear.com.
El agua
El agua lo es todo para los peces: en ella viven, comen, beben, respiran, se mueven y defecan. Por tanto, es imprescindible que esté siempre limpia. La mejor forma de lograrlo es renovar semanalmente el 20% de ésta: independientemente de las labores de limpieza que veremos a continuación, se debe retirar ese porcentaje y se añade otro similar sin cloro ni minerales.
Solo se recomienda superar ese porcentaje si el agua realmente está muy turbia y pone en peligro a los peces. En ese caso, se puede cambiar el 50% o incluso más, hasta llegar al nivel mínimo de agua en el que los peces puedan permanecer el tiempo que duren las labores de limpieza que veremos más abajo. Puedes sacar los peces con una red de acuario y dejarlos en otro recipiente con agua mientras tanto, pero es más recomendable mantenerlos dentro del acuario para evitar situaciones de estrés. Sea cual sea la opción elegida, asegúrate de que el agua nueva y la vieja tienen una temperatura similar.
Puedes ayudarte de soluciones para evitar la aparición de algas en el acuario y diluir otras sustancias presentes en esta. Los filtros para acuario también son fundamentales para que el agua se mantenga más limpia y libre de sustancias. Los más habituales son los internos, pero también hay filtros externos para acuario, de tipo mochila, etc. Elige en función del espacio disponible y del tamaño del propio acuario, teniendo en cuenta que los externos tienen mayor capacidad de filtración. Y recuerda que estos filtros y sus tubos también deben ser limpiados con cierta regularidad, o bien cambiados cuando su capacidad de filtración se haya reducido drásticamente.
Fondo del acuario
En el fondo se acumula gran parte de la suciedad generada, que se entremezcla con la grava y resulta difícil de retirar. Para ello, lo más recomendable es usar limpiafondos: una especie de sifón que retira las pequeñas partículas de suciedad pero no la grava. Al utilizarlo, inevitablemente retirarás también agua, así que asegúrate de que no reduces el nivel del acuario más del 20% si se trata de una limpieza rutinaria.
Paredes de la pecera
En ocasiones, la suciedad se queda incrustada en las paredes del acuario, dando lugar a una especie de sarro a la altura del nivel de agua. La mejor opción, por tanto, es rebajar dicho nivel y aplicar un producto especial de limpieza para retirar el sarro cuando quede al descubierto. Puedes ayudarte de un paño o de un limpiador especial de cristales, que pueden tener una cuchilla que no los daña. También existen esponjas especiales para esta función.
La decoración
Por último, la decoración como las figuras para acuario, es un lugar en el que se suelen concentrar las algas y otras sustancias, un indicador de suciedad o de un exceso de nutrientes. Para proceder a su limpieza, lo mejor es retirarlas del acuario y cepillarlas individualmente. Y recuerda no usar jabón, pues es tóxico para nuestros peces.
Ahora que ya conoces un poco mejor cómo limpiar un acuario, ¡date una vuelta por nuestra web y encuentra todo lo que necesitas para ello!