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Enfermedades en reptiles: Si tienes un reptil como mascota, te interesa este post

 

Como ocurre con el resto de animales, hay numerosas enfermedades que pueden afectar a los reptiles. Y de naturaleza muy diferente: virus, bacterias, accidentes… En muchas ocasiones, darse cuenta de que tu mascota está enferma no es fácil, por lo que te recomendamos que prestes especial atención a su comportamiento y a su aspecto. Y ante la duda, acude a un veterinario experto en reptiles. Este post,  solo tiene una intención informativa.

Trastornos más habituales en los reptiles

– Estomatitis: es una inflamación de la mucosa de la boca, que en los reptiles se puede producir como consecuencia de una herida por mordedura o por rozadura de los propios dientes. Al principio produce un enrojecimiento en la boca y encías y más adelante pueden aparecer placas de pus.
– Enfermedad ósea metabólica: se trata de un desequilibrio entre el calcio y el fósforo en el organismo de los reptiles, que debilita sus huesos. Suele provocar anorexia y debilidad en el animal, y en los casos más graves puede ocasionar deformidades o incluso roturas espontáneas de los propios huesos. La principal razón de esta enfermedad es una mala alimentación, por lo que para evitar que aparezca la enfermedad ósea metabólica hay que ofrecer al animal una dieta rica en calcio y vitamina D3.
– Septicemia: es una de las muchas enfermedades de carácter bacteriano que pueden sufrir los reptiles. Se trata de una afección que se manifiesta en la piel, pero que se origina por la presencia de esas bacterias en la sangre, a menudo por abscesos, heridas o malas condiciones higiénicas.
– Parásitos intestinales: la presencia de parásitos no provoca necesariamente una infección, aunque algunos de ellos generan anorexia, apatía, deposiciones con sangre. De hecho, la mejor forma de detectar la presencia de parásitos en el intestino es prestar atención a esas deposiciones.

Otros trastornos que afectan a la salud de los reptiles

Hay determinadas situaciones que, sin ser enfermedades, merman mucho la salud de los reptiles. Uno de los casos más claros es el estrés, producido principalmente por no proporcionar las condiciones de vida idóneas al reptil en su terrario: temperatura inadecuada, iluminación excesiva, mala alimentación, no respetar su territorialidad, etc.

Otro trastorno que habitualmente se produce por no proporcionar las condiciones de vida adecuadas a la mascota es la deshidratación, que en última instancia puede ser causa de muerte. Por tanto, hay que cuidar siempre la humedad relativa del terrario, no excedernos con la temperatura ambiental de éste y ofrecerle suficiente agua para beber.

Por último, también debemos tener cuidado con las quemaduras y con las heridas. Las primeras se pueden ocasionar precisamente por tener el terrario a una temperatura demasiado baja: de esa manera, el reptil se acerca a la fuente de calor para calentarse y se acaba quemando. En el caso de las heridas, pueden ocasionarse por rozaduras o por mordeduras propias o de otros reptiles, y en este caso el mayor riesgo es de derivar en una infección bacteriana a través de la herida, por lo que conviene desinfectarla cuando se detecta.