¿Te acaba de llegar o está al caer un gato recién nacido? ¡Enhorabuena! A buen seguro que se convertirá en tu mascota fiel, en mucho más que un compañero de piso: será un miembro más de la familia. Por ello, debes tener todo listo para ese momento: comida para gatos, camas, arena, transportines y otros elementos más. La gran ventaja de acoger a un gato recién nacido es que podrás educarle desde cero, según tus valores y tus preferencias. Aquí te damos algunas pinceladas para que su estilo de vida sea el mejor posible.
Comida para gatos: destete, pienso y comederos
Aunque en este artículo hablamos de ‘recién nacido’, lo cierto es que lo más habitual es que tu gato llegue al hogar tras el destete: momento en el que el gatito poco a poco deja de ser amamantado por su madre, algo que suele producirse en torno a las 4 semanas. Si, por unas razones u otras, tu minino no ha tenido esa posibilidad con un destete forzado, tendrás que proporcionarle exclusivamente leche maternizada especial, que deberás ofrecérsela en biberón.
Y tras el destete o fin de la lactancia, llega el momento de ir introduciendo poco a poco la comida seca, lo que comúnmente llamamos pienso para gatos. Debes asegurarte de que dicho pienso está específicamente indicado para mascotas de su edad. Puedes introducir los piensos húmedos o tarrinas semanas después, y siempre de manera equilibrada: una vez a la semana, por ejemplo.
Por lo que respecta a los utensilios que necesitarás para administrarle su comida, ya hemos mencionado los biberones para recién nacidos. Tras el destete, puedes utilizar comederos para gatos de acero o plástico, de diseño normal y abierto. Aquellos a modo de dispensador pueden esperar un tiempo, cuando tu minino sea más maduro.
Configurando su espacio
Aunque los gatos ya desde pequeños pueden ser escurridizos e independientes, no cabe duda de que necesitan su espacio de referencia para el descanso. En este sentido, hay muchas camas en nuestro catálogo que serán una solución a esta cuestión. Tan importante como ello es empezar a acostumbrarle a que haga sus necesidades en su arenero. Para ello, deberás contar con arena para gatos y un recipiente adecuado a ella. Y para que se sienta proclive a utilizarla, puedes recurrir a sprays atrayentes, de aplicación en este espacio.
Su higiene y su salud
Además del espacio destinado a sus necesidades, deberás empezar a cuidar su higiene general, no tanto por su aspecto estético como por su relación con la salud. Las pipetas y los collares antiparasitarios son uno de los elementos fundamentales en este aspecto, aunque deberás asegurarte de que están indicados para gatos recién nacidos.
Y por supuesto, respeta con rigidez el calendario de vacunas estipulado por tu veterinario, aunque hasta los 8 meses no necesitará la primera: la del virus de la leucemia. En cualquier caso, consúltalo con su especialista.
Y más adelante…
Y cuando tu gato ya vaya ganando autonomía e independencia, puedes empezar a usar otros artículos. Por ejemplo, el transportín, que también es válido ya desde los primeros momentos cuando necesites llevar a tu pequeño minino a las revisiones con el veterinario o a cualquier otro sitio.
Lo mismo ocurre con los juguetes, especialmente los rascadores: serán imprescindibles para que tu gato cuide sus uñas y, ya de paso, no lo haga con muebles, sofás o elementos del mobiliario del hogar. Para disuadirle de ello, también puedes emplear repelentes.
Y recuerda que no está de más contar con buenos libros sobre gatos que te servirán de ayuda y consulta para los temas básicos de su vida. En la tienda de Animalear encontrarás numerosos títulos sobre ello.