Tipos de gatos: siameses

Entre las diferentes razas de gatos, los siameses son muy conocidos y unos de los animales de compañía que más veremos en las casas. Son gatos tranquilos, pero juguetones a la vez, que suelen llevarse bien con los miembros de una familia y no dan problemas de convivencia.

Los gatos siameses modernos tienen su origen en el antiguo reino de Siam, actualmente Tailandia. A nivel físico, la cabeza del siamés tiene forma triangular, ojos alargados y de color azul, muy vivos y bonitos; el cuello es delgado y largo, del mismo modo que el cuerpo y la cola, siendo señoriales y con un aspecto limpio y de pelaje cuidado. Sus ojos pueden dar signos de estrabismo, y aparecen juntos, aunque no es señal de tener ningún problema.

Y es que si ponemos atención al pelo, nos fijamos que es fino y corto, y muy brillante. Por este razón, no hará falta cepillarlo aunque sí es normal encontrar pelo en diferentes rincones del hogar. El siamés tradicional suele nacer con el pelo más claro, casi blanco, y a medida que se hace mayor, tiene las extremidades, cara, orejas y cola de color marrón oscuro y el cuerpo marrón claro. Es uno de sus signos de identidad y lo que más les diferencia del resto de razas de gatos. Sin embargo, el gato siamés moderno ha evolucionado y cuenta con un color más claro y cuerpo más corpulento.

Los siameses suelen ser muy independientes y curiosos, por ello es perfecto tenerlo como mascota porque van a su aire. Suelen ser bastante sumisos, y se quejan poco, pero a la vez también son afectuosos. La curiosidad les hace investigar todos los rincones de la casa. Son muy ágiles, y tienen la musculatura muy desarrollada. En casa, se subirán a mesas, sillas y sofás, y a otros lugares más altos sin problema; es mejor que vayas pensando en no tener estanterías demasiado altas si no quieres que se escondan en este lugar.