La alopecia en los gatos

La salud de nuestras mascotas es una de las preocupaciones más constantes para los que amamos a los animales, especialmente cuando observamos algún síntoma externo particularmente llamativo, como pérdida de peso, falta de apetito, comportamiento anormal o, como es el caso que hoy nos ocupa, los problemas en el pelaje.

En el caso de los felinos, la alopecia puede ser indicativa de problemas de salud muy diversos, aunque tampoco debemos alarmarnos en exceso si ocasionalmente nuestro minino pierde algo de pelo, ya que también puede tratarse de un proceso normal debido a una temporada de cierto nerviosismo o un problema puntual.

Está claro que si vemos que el problema persiste en el tiempo o empezamos a observar “calvas” en cualquier lugar de la anatomía del gato, deberemos acudir de inmediato a nuestro veterinario de confianza para averiguar los motivos subyacentes y, en su caso, ponerles solución, si es posible, con la mayor celeridad.

Las razones para esta pérdida de pelo pueden ser diversas, pero podemos resumirlas en tres clases: problemas hormonales, alergias o infecciones por parásitos, como picaduras de pulgas o presencia de ácaros. En este caso la calvicie puede ir acompañada de picores, erupciones y alteraciones diversas también en la piel del felino. Los hongos también entrarían dentro de esta categoría, siendo su forma más frecuente conocida como tiña. En cuanto a las alergias, pueden ser de origen alimenticio o ambiental, es decir, provocadas por ciertos elementos que entren en contacto con la piel del gato o incluso por sus vías respiratorias.

Finalmente, los problemas de origen hormonal, como la alopecia endocrina, el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y la enfermedad de Cushing están provocados por alteraciones en el equilibrio hormonal, con causas diversas, y en cada caso conviene estudiar muy a fondo cual es el problema específico que las genera. También cabe la posibilidad de que el estrés, los cambios ambientales o el simple aburrimiento provoquen en nuestra mascota una pérdida de pelo considerable.