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Entender la etiqueta en la comida para gatos
Entender la etiqueta de la comida para gatos es fundamental para poder ofrecer la calidad más ajustada a las necesidades de nuestro minino y a las posibilidades de nuestro bolsillo. Cierto es que, como puedes ver en la tienda online de Animalear.com, el pienso para gatos y la comida húmeda para gatos están ampliamente clasificada: por edad, por tamaño, por raza, por enfermedad o trastorno de salud, etc. Y esa clasificación es totalmente válida, aunque la tenemos que considerar solo un primer filtro: una vez individualizados los productos que van dirigidos a tu gato, convendría hacer una nueva comparación entre las diferentes marcas. Y el criterio final en esta última selección no debería ser solo económico, sino también cualitativo, en función de los ingredientes especificados en la etiqueta. Hagamos un repaso global a ello.
Grandes nutrientes de la comida para gatos
Los principales nutrientes o componentes que están presentes en la comida para gatos son las proteínas, las grasas, los minerales, la fibra, la ceniza y los hidratos de carbono. Las proteínas son fundamentales en la alimentación felina, pues los gatos son esencialmente carnívoros. Pero, como todo, debe ajustarse a unos valores mínimos o máximos. En este sentido, todo dependerá del tipo de gato: raza, estilo de vida, etc. Pero el porcentaje adecuado puede considerarse entre el 26% y el 40%.
En cuanto a las grasas, a pesar de que muchos la asocian a cuestiones negativas, se trata también de un componente básico. Deberían rondar el 15%-20% del total del alimento, a ser posible de la mejor calidad: con amplio dominio del Omega 6 sobre el Omega 3 (una relación de 5 a 1, por ejemplo).
La fibra es también un tema recurrente en el pienso para gatos. Sin embargo, no es especialmente importante su presencia, salvo que el minino tenga problemas de estreñimiento, por lo que no es bueno que su porcentaje sea demasiado elevado. De hecho, podría dificultar la asimilación de algunos componentes esenciales.
Con respecto a los minerales, los que deben estar más presentes son el calcio, el fósforo y el magnesio. Los minerales, a su vez, están relacionados con la ‘ceniza’, un término que hace referencia al ‘residuo’ que queda tras haber ‘quemado’ el pienso para generar energía. Lo ideal es que baje del 10%.
… ¿y si no llega a 100%?
Todos estos componentes suelen estar expresados en un porcentaje. Si sumas los porcentajes y el resultado no da 100, no te preocupes: probablemente no sea un error de cálculo, sino una ‘pillería’ que hacen algunas marcas: omiten el porcentaje de los hidratos de carbono (trigo, maíz, soja, etc.) porque se trata de un componente no demasiado recomendado para gatos pero sí perfecto para que los fabricantes pueda ‘rellenar’ económicamente la receta, pues su coste es bajo para las marcas.
Origen de los ingredientes de la comida para gatos
El origen de estos ingredientes también es importante, pues nos habla de su calidad. En la etiqueta verás probablemente el término ‘subproductos animales’, que es demasiado genérico como para saber si dichos subproductos se ajustan a unos estándares de calidad o no, pues podrían hacer referencia a partes muy ‘cotizadas’ como el hígado de pollo y los huesos, o bien a otras partes menos adecuadas como pezuñas o patas, entre otros. Si tras leer la etiqueta no queda claro, siempre puedes optar por la comida natural para gatos, que prescinde de estos últimos subproductos.
Y en general, tendrás que estar atento a las palabras que las marcas utilizan en sus etiquetas. Debido a que la legislación permite usar casi indiscriminadamente términos ambiguos como “premium”, la regla que has de seguir es: cuanta mayor información y especificación haya en la etiqueta, de mayor calidad será el producto.
En Animalear podrás consultar esta información en la página de cada producto, dentro del apartado ‘Ingredientes’.